Aumenta producción de café colombiano

* En el ranking cafetero, el departamento del Huila sigue como el de mayor producción de café seguido por Antioquia, Tolima, Cauca y Caldas.

Agricultura & Ganadería

(FNC – Jueves 7 de noviembre de 2024).- En el informe mensual de producción de café, al cierre del mes de octubre de 2024 se registró una una producción de 1,34 millones de sacos de café de Colombia, con un crecimiento del 16% versus le mismo mes del 2023.

Entre tanto las cifras entre noviembre de 2023 y al cierre de octubre de 2024 fue de 12 millones 940 mil sacos de 60 kilos registrándose un incremento del 19%.

De esta manera, las 552 mil familias cafeteras colombianas continúan registrando un incremento tanto en el año cafetero, con 16% más, así como en el año corrido, con un alza del 18%.

En el ranking cafetero, el departamento del Huila sigue siendo el de mayor producción de café con un poco más de 145.759 hectáreas de café cultivadas por 86.694 familias; seguido, está el departamento de Antioquia con114.312ha, Tolima 106.852ha, Cauca 94.442ha y Caldas con 59.052ha rankeados como los cinco departamentos cafeteros de mayor producción de país.

Por su parte las cifras relacionadas con exportaciones, en el caso de la FNC, presentan una variación positiva del 23%; mientras que exportadores privados incrementaron en los últimos 12 meses 15%.

Las cifras en el año cafetero también estuvieron al alza y en el año corrido, presentan una variación positiva del 15% y 17% respectivamente.

Pese a que la Federación Nacional de Cafeteros no realiza importaciones de café, si registra en el informe de producción mensual, el comportamiento de la industria privada con una disminución del -65% de importaciones entre octubre del 2023 y octubre del 2024.

Los colombianos consumieron 2.208 sacos de café de 60 kg entre noviembre del año anterior y octubre del actual, informó el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), Germán Bahamón.

FNC y Fedearroz firman memorando para aumentar el acceso al crédito en el sector arrocero

* En la firma del convenio estuvieron de izquierda a derecha: José Patricio Vargas, presidente de la Junta Directiva de Fedearroz; Rafael Hernández Lozano, Gerente General de Fedearroz; Javier Cuéllar, presidente del Fondo Nacional de Garantías y Rosa Lucía Rojas, Secretaria General de Fedearroz

* El acuerdo se firmó el jueves 24 de octubre entre el presidente del FNG, Javier Cuéllar y el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, en el stand de Fedearroz en Expoagrofuturo en Corferias.

FNC y Fedearroz firman memorando para aumentar el acceso al crédito en el sector arrocero

Entrevista con Rafael Hernández (Gerente General de Fedearroz)

Agricultura & Ganadería

(Fedearroz – Domingo 27 de octubre de 2024).- El Fondo Nacional de Garantías (FNG) y la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) firmaron el jueves 24 de octubre, un memorando de entendimiento que facilitará el acceso al crédito para un número mayor de pequeños y medianos agricultores arroceros, con el fin de cerrar la brecha crediticia en el sector.

Esta alianza busca llevar crédito a través de la financiación que ofrece la Federación, con el respaldo de las garantías del FNG, permitiendo que la entidad absorba buena parte del riesgo.

“Este acuerdo al que llegamos hoy, además de apoyar la colocación de créditos, también abarcará otros puntos de vital importancia para que los arroceros tengan un acompañamiento integral en su tránsito en el acceso al crédito”, manifestó Javier Cuéllar, presidente del FNG.

El funcionario informó que este memorando se enfocará también en mejorar el entorno para la inclusión, impulsar la educación financiera, apoyar la innovación en la estructuración de productos, el fortalecimiento empresarial y en el acercamiento de la oferta con la demanda.

De igual forma, señaló que se trabajará mancomunadamente en las zonas arroceras del país, principalmente con los agremiados de las seccionales de Fedearroz de los departamentos de Antioquia, Casanare, Meta, Norte de Santander, Santander, Bolívar, Córdoba, Tolima, Huila Cesar, Magdalena y Arauca.

Este logro se alcanza luego de seis (6) meses de acercamientos entre Fedearroz y el Fondo Nacional de Garantías y se implementará a comienzos del 2025. El Gerente de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano destacó el acuerdo y señaló que “se constituye en una valiosa alternativa de financiamiento para muchos agricultores, que ante la falta de garantías deben acudir al mercado extrabancario y los agrocomercios, obligándose a pagar altas tasas de financiación”.

Finagro y el Banco Agrario buscan acelerar la compra de tierras

* El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural habilitó $13.300 millones para subsidiar la tasa de interés para la compra de tierras.

* La Línea Especial de Crédito de Reforma Agraria cuenta con plazos de hasta 20 años y periodos de gracia de tres años.

* Desde agosto de 2022 a la fecha, Finagro y el Banco Agrario desembolsaron créditos por $250.000 millones para la compra de tierras.

Agricultura & Ganadería

(Banagrario – Martes 15 de octubre de 2024).- El Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro) y el Banco Agrario de Colombia reafirman su compromiso para que productores, mujeres, jóvenes y asociaciones campesinas puedan adquirir sus tierras a través de la Línea Especial de Crédito (LEC) de Reforma Agraria, que cuenta con recursos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural por $13.300 millones.

La LEC de Reforma Agraria, cuya apuesta es que más campesinos y campesinas pasen de ser arrendatarios a propietarios de la tierra, ofrece condiciones financieras favorables, incluyendo tasas de interés subsidiadas hasta por 20 años y un periodo de gracia que se extiende por tres años. Quienes accedan a estos recursos podrán utilizarlos para la compra de tierras, para los gastos de documentación del predio, estudios jurídicos y técnicos, derechos notariales, gastos de registro y pago de impuestos, entre otros.

“En Finagro estamos comprometidos con apoyar a quienes han sido históricamente excluidos del acceso a la tierra. Queremos una verdadera justicia agraria, que permita que el campo sea de todos y contribuya a elevar la producción de alimentos. Por ello es tan importante la Línea Especial de Crédito de Reforma Agraria, que subsidia la tasa de interés, con el objetivo de que nuestros campesinos y campesinas pasen de ser arrendatarios y se conviertan en propietarios” explicó Alexandra Restrepo, presidenta de Finagro.

Por su parte, el presidente del Banco Agrario, Hernando Chica Zuccardi, aseguró que “hemos sido líderes en desembolsos de las LEC, y confiamos en que con esta línea no será la excepción porque apoyamos la política del gobierno del presidente Gustavo Petro que apunta a que más campesinos sean propietarios de las tierras que trabajan día a día”, y enfatizó en la importancia de que los clientes sean puntuales en sus cuotas, no solo para mantener un buen historial crediticio, sino para que más colombianos tengan la oportunidad de contar con recursos financieros que les permitan sacar adelante sus proyectos productivos.

Gracias al subsidio que otorga el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, quienes accedan a esta línea de crédito tendrán una tasa de interés de hasta IBR – 2%, lo que significa que la tasa final quedaría hoy entre 7% y 8% efectivo anual. Si clasifican como pequeños productores de ingresos bajos de una población calificada como víctima, desmovilizada, reinsertada y reincorporada, entre otros, la tasa se reduce hasta IBR – 3,1%, que se traduce en una tasa, promedio, entre 6 y 7% efectivo anual.

Finagro y el Banco Agrario siguen apostando por democratizar el crédito agropecuario en todo el territorio nacional. Por eso, los pequeños productores también pueden acceder al respaldo del Fondo Agropecuario de Garantías (FAG), a través del cual el Gobierno sirve de fiador para que puedan comprar sus tierras.

Entre agosto de 2022 y agosto de 2024, Finagro y el Banco Agrario han irrigado recursos para la compra de tierras por $250.000 millones a través de 2.402 operaciones.

La domesticación del cacao reduce su abundancia microbiana: un desafío para la agricultura

* Investigadores descubren cómo la pérdida de microorganismos en las semillas de cacao podría afectar la salud y productividad del cacao.

Agricultura & Ganadería

(Agrosavia – Martes 15 de octubre de 2024).- Un equipo de investigadores de Agrosavia y la Universidad Nacional de Colombia presentaron un estudio en el que profundizan en cómo la domesticación de este cultivo milenario ha influido en la diversidad de microorganismos endófitos presentes en sus semillas. Este estudio, titulado Implicaciones de la domesticación de Theobroma cacao L. sobre la diversidad de endófitos microbianos de semilla, explora el papel que juegan estos microorganismos en la protección y desarrollo de la planta. Estos conocimientos podrían servir de base a estrategias para mejorar la salud, la productividad, las alternativas de propagación y la resistencia de las plantas de cacao frente a las enfermedades.

La investigación, desarrollada por Deisy Toloza y Roxana Yockteng del Centro de Investigación Tibaitatá, junto a José Ives Pérez de la Sede Popayán y el profesor Alejandro Caro Quintero de la UNAL, se centró en analizar la composición y diversidad de microorganismos endófitos de las semillas de diferentes genotipos de cacao. Estos endófitos, que se transmiten de manera vertical de la semilla a la plántula, son fundamentales para enfrentar diferentes estreses tanto abióticos como bióticos y mejorar el crecimiento de las plantas.

“El impacto de las prácticas humanas en los microbiomas de los cultivos es clave para la salud y productividad de las plantas”, mencionaron Deisy Toloza y Roxana Yockteng. “Nuestro estudio destaca cómo la domesticación del cacao ha afectado la diversidad microbiana, y sugiere que algunos genotipos comerciales podrían haber perdido bacterias esenciales para el establecimiento y óptimo desarrollo de las plántulas”.

Este hallazgo es de gran importancia para el desarrollo del sector agropecuario, pues abre puertas a nuevas estrategias para mejorar la propagación y la resistencia a enfermedades de los cultivos de cacao.

Al comprender mejor la relación entre la microbiota y las características deseadas de la planta, se podrían desarrollar métodos más sostenibles para garantizar la seguridad alimentaria en Colombia y otras regiones productoras de cacao.

Entre las principales conclusiones del estudio, los investigadores señalaron que la domesticación del cacao podría estar reduciendo la abundancia microbiana beneficiosa en algunos genotipos comerciales. A partir de este conocimiento, se podrían implementar nuevas estrategias para restaurar esta diversidad y optimizar la salud de las plantas de cacao, garantizando así cultivos más resilientes y productivos en el futuro.

Nueve recomendaciones para contrarrestar los problemas de achaparramiento en el cultivo de maíz

* El aumento de casos de achaparramiento en el cultivo de maíz en Tolima y Valle del Cauca ha activado alertas.

* Corteva Agriscience, como aliada de los agricultores y conocedora de los desafíos que enfrentan, comparte medidas para el cuidado de sus tierras, el mejoramiento de sus cosechas, y la protección de sus inversiones.

Agricultura & Ganadería

(Corteva – Martes 8 de octubre de 2024).- En regiones como Valle del Cauca y Tolima hay alarma entre los agricultores tras detectar significativos daños en sus cultivos de maíz por achaparramiento, un problema fitosanitario que interfiere en el correcto desarrollo de la planta y que es transmitido por el insecto conocido como Dalbulus maidis o chicharrita del maíz.

De acuerdo con los expertos, esta enfermedad genera obstrucción vascular al interior de la planta evitando que los nutrientes circulen adecuadamente, lo que provoca coloración de las hojas, que en ocasiones se evidencian rojizas, mientras que en otros casos surge una tonalidad blanca desde la base de las hojas. Otra de las señales es que el cultivo se empieza a notar de menor tamaño, a lo que se suma que las mazorcas se forman en menos tiempo, ocasionando que se deformen, proliferen sin control y se achiquen.

Con el fin de hacerle frente a la situación y brindar respaldo a los productores de distintas zonas agroecológicas del país, Corteva Agriscience continúa capacitando y entregando soporte técnico a los maiceros para que logren proteger su inversión y su futuro.  Entre las recomendaciones que hace la compañía están las Buenas Prácticas Agrícolas e implementar medidas como:

1.      Tener una ventana corta de siembras basada en datos climatológicos, con el fin de que no existan siembras tardías ni escalonamiento de cultivos en el territorio, pues según investigaciones, el Dalbulus maidis o chicharrita del maíz se mueve entre plantas grandes y pequeñas, lo que termina prolongando la problemática.

2.      Sembrar la mayor cantidad de cultivo posible en un período corto de tiempo, en un mismo semestre, y al siguiente rotarlo con plantaciones transitorias como la soya o algodón, minimizando, de esta manera, el riesgo fitosanitario y el efecto conocido como ‘puente verde’, que es un espacio aprovechado por el vector para saltar de un cultivo de maíz a otro.

3.      Realizar un programa de nutrición acorde con el análisis de suelos, para conocer las medidas exactas de diferentes componentes que necesita la planta, como los fertilizantes. Esto asegura el buen desarrollo de la planta, y le permite alcanzar un mejor potencial de rendimiento que, a la larga, se traduce en logros económicos. 

4.      Proteger el maíz con soluciones de protección de cultivos correspondientes desde que están pequeñas hasta su etapa de madurez sin descuidarla, para evitar que la enfermedad se extienda, pues una vez aparece la afectación es difícil recuperar la planta.

5.      Sembrar materiales híbridos que sean más tolerantes a enfermedades como el achaparramiento, al ataque de plagas y a los constantes cambios climáticos. Estos materiales tienen un buen rendimiento que se refleja también en su arquitectura; en el grosor del tallo, el buen tamaño de la mazorca, y la emisión de polen, entre otros. Aunque no son inmunes a las enfermedades, sí son más tolerantes a los síntomas, permitiendo llegar a cosecha de una mejor manera.

Desde el equipo de agronomía de la empresa se destaca la importancia de monitorear las labores agrícolas para hacer un seguimiento detallado del desarrollo de las plantaciones de maíz y, dado el caso, la dinámica del comportamiento de la chicharrita de maíz. Esto incluye identificar los picos de reproducción del vector, qué tan altos son y cómo fluctúan con el paso de los meses y los cambios climáticos.

6.      Considerar que, según la información más reciente, la presencia del insecto disminuye en períodos de lluvia, mientras que sus poblaciones crecen en épocas de calor. Además, en la rotación de productos para la protección de cultivos es recomendable el uso de la norma IRAC, que es una guía global para seleccionar los activos y aplicar técnicas de uso eficiente con los cuáles se obtienen mejores resultados. En este punto vale recordar que la rotación de productos genera un mejor control y un menor riesgo de resistencia de las plagas.

7.      Usar tratamiento de semillas. Las tecnologías disponibles en el mercado permiten proteger los cultivos desde el inicio de la germinación hasta 12 días, lo que favorece el desarrollo de raíces más fuertes, libres de ataques tempranos de plagas y enfermedades, y, en consecuencia, un cultivo más vigoroso.

8.      Calibrar equipos para la preparación de los suelos, el proceso de siembra, abonada y cosecha. Lo ideal es que el agricultor conozca su equipo y defina desde el inicio si este cuenta con la capacidad suficiente para adaptarse al terreno a utilizar durante el ciclo.

9.      Realizar capacitaciones constantes para poder estar al día en tendencias, problemáticas fitosanitarias y medidas de prevención para proteger los cultivos de maíz.

La compañía continúa su ruta de capacitación por diferentes departamentos y de la mano de expertos internacionales en el control y manejo del achaparramiento de maíz. Además, programará nuevas sesiones con productores para ampliar estas recomendaciones.

Café cultivado a la sombra es sostenible y de tipo exportación

* El café cultivado bajo sombra puede tener un rendimiento promedio de 2,4 kg de café por planta durante 9 cosechas, lo que es comparable con el rendimiento de cultivos a libre exposición. Foto Cortesía: Mohamed Elshahed Anadolu AgencyAnadolu vía AFP.

Agricultura & Ganadería

(UN – Martes 8 de octubre de 2024).- Esta técnica, en la que los cafetales se cultivan bajo la cobertura de los árboles, protege el suelo, regula la temperatura y crea un hábitat ideal para la flora y la fauna nativas, ayudando a disminuir la deforestación porque no se talan los árboles y la sombra de estos protegen el suelo. Así lo evidenció una investigación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) realizada en fincas cafeteras con más de un siglo de historia.

Según el investigador Javier Camilo Guevara Rodríguez, de la Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto de Desarrollo Ambiental (IDEA) de la UNAL, “cultivar café bajo sombra no solo mitiga el impacto ambiental, sino que además mejora la calidad del grano –reconocido por su sabor superior– porque protege los cafetos de los fuertes vientos, la lluvia y la radiación solar”.

“El café cultivado bajo sombra puede tener un rendimiento promedio de 2,4 kg de granos por planta durante 9 cosechas, lo que es comparable con el rendimiento de cultivos a libre exposición. Este sistema también regula la cantidad de luz y la temperatura, conformando un microclima adecuado para la producción del grano”.

Según la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, alrededor del 37% de las 869.158 hectáreas cultivadas con café se establecen bajo sombra. En 2022 la producción del grano en el país fue de 11,1 millones de sacos, lo que representó una disminución del 12% frente a 2021. En diciembre de 2022 la producción alcanzó los 981.000 sacos, un descenso del 29,2% respecto a diciembre de 2021.

Impacto ambiental y productivo

El estudio realizado en las fincas Buenavista, en El Socorro (Santander) y Los Ángeles, en Venecia (Cundinamarca), ambas entre la mejor temperatura para cultivar café, que es de 22 °C en promedio, demostró que este sistema agroforestal reduce la erosión, mejora la fertilidad del suelo y evita el uso de agroquímicos. Las dos fincas mantienen una producción completamente orgánica, lo que les permite ofrecer café de alta calidad para exportación.

En la investigación se utilizaron sistemas de información geográfica, una herramienta para el tratamiento de datos del espacio (SIG) mediante el método Corilan Cover,que sirve para realizar inventario y uso de la tierra. Allí se tomaron fotografías a gran escala con dron, lo que permitió realizar un mapeo completo de las fincas y los usos del suelo en cuanto a las extensiones de tierra usadas para este cultivo.

También se aplicó la estructura agroecológica principal (EAP), técnica creada por el profesor Tomás Enrique León, del IDEA de la UNAL, tutor de la tesis. Se trata de un índice que mide la agro-biodiversidad y permite hacer un diagnóstico preciso de los agro-ecosistemas, que son el conjunto de plantas y animales domesticados y controlados por el hombre para producir y obtener productos para el consumo humano y animal.

“El EAP ha sido clave para entender cómo los sistemas agroforestales, como los cafetales bajo sombra, pueden integrarse mejor con la naturaleza”, anota el investigador Guevara.

La información se enriqueció con datos geográficos y entrevistas a los implementadores, trabajadores y recolectores de café, así como a los encargados de la Secretarías de Ambiente de El Socorro y Venecia para entender cómo funcionan y manejan los cultivos bajo sombra.

Así, identificó que el grano de este café es apto para exportación por ser de alta calidad, es decir que la sombra de los árboles no interfirió en el crecimiento ni en la calidad.

Con el diagnóstico y el diseño del ICA para evaluar los sistemas agroforestales (actividad de utilizar los árboles para proteger un cultivo), además del uso de productos químicos, también se evidenció que las fincas tienen un cultivo completamente orgánico.

Pese a los positivos hallazgos, el estudio llama la atención sobre los retos que enfrentan los productores de café bajo sombra, como el mal estado de las vías y la falta de apoyo gubernamental. Además, la gestión de residuos como las aguas miel, generadas en el proceso de lavado del café, representa un desafío ambiental importante que debe ser atendido para evitar la contaminación del suelo.

La investigación concluye que el café bajo sombra no solo es una alternativa viable para combatir la deforestación y la pérdida de biodiversidad, sino que además tiene el potencial de convertirse en un motor de desarrollo económico sostenible en Colombia.

Uso de agua en cultivos de arroz se podría reducir hasta en un 54% sin afectar el rendimiento

* Cultivos de arroz en Tolima, Colombia. Foto Cortesía: archivo Unimedios.

Agricultura & Ganadería

(UN – Viernes 27 de septiembre de 2024).- Un estudio para optimizar el uso de agua en los cultivos de arroz, uno de los sectores con mayor huella hídrica en el mundo y que en Colombia emplea entre 2.500 y 3.400 litros de agua por kilo del grano, demostró que existen métodos de riesgo capaces de reducir de un 43% a un 53% la cantidad de este recurso necesario para su producción.

Jenniffer Carolina Triana Martínez, estudiante del Doctorado en Ingeniería – Automática en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, utilizando modelos de aprendizaje automático (Machine Learning) y junto a otros datos, delimitó estrategias de riego según las características de los lotes productivos. El profesor Andrés Marino Álvarez Meza ha jugado un papel crucial, brindando apoyo académico y orientando el desarrollo de estas técnicas que podrían adaptar el cultivo de arroz ante los crecientes desafíos del cambio climático y el ahorro de agua en la agricultura.

El proyecto RiceClimaRemote reveló que la implementación del sistema de Riego por Múltiples Entradas (MIRI) en el cultivo de arroz puede reducir significativamente el consumo de agua. Este sistema permite una distribución más eficiente al irrigar por zonas específicas, lo que significa que el agua se aplica solo donde es necesaria. En comparación, el riego en cascada (CD), usado tradicionalmente, distribuye el agua de manera continua y uniforme a lo largo del campo, lo que puede llevar a un consumo excesivo y no siempre eficiente.

Para el estudio se realizaron dos ciclos de pruebas: un primer ciclo en el segundo semestre de 2021, que consistió en una prueba inicial para ver cómo las plantas respondían a diferentes técnicas de riego, utilizando drones y sensores para monitorear su salud. El segundo ciclo, durante 2022, ajustó y mejoró estas técnicas basándose en los resultados del primer ciclo, continuando con el monitoreo de los cultivos. Estos ciclos permitieron identificar la mejor forma de usar el agua de manera más eficiente y aumentar la productividad del arroz.

Los estudios demostraron que MIRI disminuye el uso de agua en un 54% durante el primer ciclo de cultivo y en un 35% durante el segundo, en comparación con el riego tradicional en cascada. Además, al combinar MIRI con el método de riego alternado seco-húmedo, que consiste en alternar periodos de riego y secado en los campos, se lograron ahorros adicionales del 48% y 43% en los ciclos uno y dos, respectivamente, sin afectar el rendimiento de las cosechas.

Innovaciones en sistemas de riego

Uno de los logros más destacados del proyecto fue la implementación de nuevos sistemas de riego, especialmente el MIRI, que no solo reduce el uso de agua, sino que también mantiene altos niveles de productividad en los cultivos. La productividad del agua en el estudio osciló entre 0,67 kg/m³ con métodos tradicionales y 1,07 kg/m³ y 1,24 kg/m³ con el uso de MIRI, lo que demuestra su eficiencia en la optimización del uso de agua. En comparación, los métodos tradicionales de riego en cascada mostraron la productividad más baja y fueron menos eficientes en términos de distribución del agua.

El estudio reveló que no hubo diferencias significativas en el rendimiento de los granos entre las diferentes técnicas de riego, lo que refuerza la viabilidad de implementar estos sistemas de ahorro de agua. Aunque la biomasa seca mostró variaciones, con MIRI obteniendo los valores más bajos en el ciclo 1 y el riego en cascada en el ciclo 2, el impacto en la producción final no fue relevante.

Los índices de clorofila y vegetación no presentaron diferencias significativas en el ciclo 1; sin embargo, en el ciclo 2, los índices se alinearon con las tendencias de la biomasa. Es destacable que MIRI mostró la menor variabilidad en estos índices, mientras que el riego en cascada presentó la mayor, atribuida a la distribución desigual del agua.

Estos resultados son particularmente relevantes para los pequeños agricultores, quienes podrán optimizar el uso del agua en sus cultivos sin afectar el rendimiento de sus cosechas. Los métodos de programación de riego, basados en el monitoreo visual de la humedad del suelo, se perfilan como una estrategia efectiva para promover prácticas agrícolas más sostenibles.

Capacitación y conciencia en el campo

Los talleres interactivos y las jornadas de campo fueron componentes esenciales del proyecto, brindando tanto a agricultores como a investigadores la oportunidad de comprender la importancia de adoptar estos nuevos métodos de riego. En un total de cinco talleres entre 2021 y 2023, junto con varias visitas al sitio, más de 350 participantes se involucraron con expertos del centro de investigación Nataima de Agrosavia. Estos talleres no solo ofrecieron capacitación práctica, sino que también fomentaron una mayor conciencia sobre cómo el cambio climático está reformulando las prácticas agrícolas, especialmente en el cultivo de arroz.

Un evento clave fue una jornada de campo sobre sistemas de riego innovadores, realizada en abril de 2023. Durante esta actividad, los participantes pudieron observar de primera mano los beneficios del riego por múltiples entradas y el riego alternado seco-húmedo, así como la implementación de sistemas de monitoreo del suelo para optimizar el uso de agua. Estas innovaciones son esenciales para enfrentar los desafíos agrícolas que trae la variabilidad climática.

Tolima: un modelo de agricultura resiliente

Los hallazgos del proyecto RiceClimaRemote demuestran que el cultivo de arroz no necesita depender de métodos obsoletos y altamente consumidores de agua. La exitosa aplicación de la técnica MIRI destaca cómo las prácticas agrícolas innovadoras pueden conservar recursos hídricos esenciales mientras aseguran altos rendimientos. Esto proporciona un modelo que no solo puede replicarse en otras regiones de Colombia, sino también en otros países afectados por la crisis climática.

Con estos descubrimientos, la región del Tolima se está posicionando como un referente en la investigación y aplicación de prácticas agrícolas adaptativas, lo que podría contribuir significativamente a la resiliencia del sector agrícola frente a las amenazas del cambio climático.

Este proyecto es desarrollado en el centro de investigación Nataima de Agrosavia en convenio con la Universidad de Ibagué y financiado por el Gobierno Flamenco a través de ILVO, el Instituto de Investigación de Agricultura, Pesca y Alimentación de Flandes, Bélgica, culminó el 13 de septiembre de 2023.

En incertidumbre reconocimiento de las Cadenas Nacionales del Maíz y de la Soya

* Ante la falta de aprobación jurídica y la firma de las resoluciones que formalizan las Cadenas Nacionales del Maíz y de la Soya, la implementación de estos proyectos ya tiene 8 meses de retrasos, poniendo en riesgo inversiones del Fondo Nacional de Cereales (FNC) y del Fondo Nacional de la Soya (FNS).

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(Fenalce – Miércoles 25 de septiembre de 2024).- Si bien, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) radicó ante el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) el trámite de reconocimiento de las Cadenas Nacionales del Maíz y de la Soya conforme a lo establecido por Ley, la aprobación jurídica y la firma de resoluciones aún continúan en modo espera.

Ante esta situación, Fenalce invita a esta entidad del orden nacional a agilizar este trámite que avala la formalización de las cadenas y a continuar trabajando en sinergia en pro de la competitividad y sostenibilidad de los productores de maíz y soya del país ya organizados.

Este proceso liderado por Fenalce, que inició en 2023 con la estructuración y conformación de las organizaciones de la Cadena Nacional, incluyó actores de cuatro departamentos:  Meta, Tolima, Córdoba y Valle del Cauca, los cuales representan el 56% de la producción nacional del maíz. Así como del Meta, que concentra el 90% de la producción nacional de Soya.

Sin embargo, la incertidumbre sobre el reconocimiento de estos órganos de coordinación de las políticas del sector ha generado 8 meses de retrasos en su implementación, poniendo en riesgo inversiones del Fondo Nacional de Cereales (FNC) y del Fondo Nacional de la Soya (FNS). Además, ha ocasionado desconfianza e inquietud en las regiones sobre la formalidad y funcionamiento de las organizaciones de cadena.

La operación de las cadenas trae consigo beneficios para todos los actores de los eslabones económicos:  casas de insumos, productores (individuales y asociados), comercializadores, transformadores (industria de alimentos balanceados para animales e industria de alimentos procesados para consumo humano) y las entidades de apoyo a estos de manera trasversal (públicas, privadas y academia).

La interacción de estos actores en este ecosistema permite la generación de estrategias y negocios entre miembros del mismo eslabón, así como mejorar la interacción entre los diferentes eslabones. En ese sentido, es posible tejer alianzas entre empresas de insumos, que permitan desarrollar estrategias de transferencia tecnológica a cultivos, así como alianzas entre productores, para hacer compras masivas de insumos y conseguir reducciones de precio o mejores acuerdos de pago.

Por otra parte, se conciben alianzas entre comercializadores que faciliten la información sobre disponibilidad y calidades de las cosechas almacenadas; o entre empresas transformadoras para implementar estrategias de diversificación de proveedores y contratos de cosecha con esquemas estandarizados.

Estas cadenas, diseñadas según el decreto 1071 de 2015 y la resolución 084 de 2024 del MADR, también permiten la coordinación de los gobiernos regionales y el gobierno nacional entorno a potenciar y regular las diferentes iniciativas que se consoliden en el funcionamiento de estas organizaciones.

La cadena del maíz fue conformada por 1.434 actores miembros:  47 casas de insumos (140.138 hectáreas atendidas), 22 asociaciones (que agrupan a 853 productores), 407 productores individuales (572.885 toneladas producidas entre ambos grupos) y Fenalce, como gremio nacional, 59 comercializadoras (218.002 toneladas compradas), 23 industrias de consumo animal y 28 industrias de consumo humano (354.289 toneladas transformadas), y 16 entidades de apoyo.

Por otra parte, la cadena nacional de la soya cuenta con 119 actores miembros, divididos en 16 empresas de insumos (35.100 hectáreas atendidas), 1 asociación y 74 productores individuales (57.395 toneladas producidas), 19 empresas comercializadoras y transformadoras (105.789 toneladas compradas y transformadas), y 9 entidades de apoyo.

Pese a estos avances, los productores y demás actores organizados han detenido la construcción de los reglamentos locales, y la delegación de secretarios técnicos departamentales por parte de las respectivas gobernaciones, entre otras medidas relevantes para su puesta en marcha durante la vigencia, debido a la incertidumbre generada por las demoras en la expedición de las resoluciones.

Durante 2024, si bien los Fondos de Cereales y Soya han avanzado en labores de alistamiento de bases de datos y herramientas de conocimiento de las cadenas, la implementación de sus proyectos no es posible hasta la formalización de las mismas.

Tanto la Cadena Nacional del Maíz como la Cadena Nacional de la Soya contarán con un Consejo Nacional y Comités Departamentales, desde los que se consolidarán acciones y presupuestos públicos y privados (incluyendo los parafiscales), que faciliten condiciones sólidas para el impulso y protección de estos cultivos nacionales.

Identifican nuevos insectos polinizadores en cultivos de fresa que mejorarían la calidad de la fruta

* La mosca abeja (Eristalis tenax<\i>) es uno de los polinizadores más destacados de la planta de la fresa. Foto Cortesía: Alexander García, candidato a Doctor en Agroecología.

Agricultura & Ganadería

(UN – Lunes 23 de septiembre de 2024).- Un estudio pionero en los cultivos de fresa de Sibaté (Cundinamarca) identificó los insectos que hacen posible la aparición de los frutos a través de la polinización. Aunque estos animales contribuyen a la calidad de la producción, la investigación determinó que la reducción del bosque en los alrededores de las plantaciones afectaría su hábitat, y por lo tanto impactaría el auge de este sector agrícola.

Tradicionalmente los agricultores de este municipio vecino de Bogotá se han dedicado a la producción de papa y al ganado, pero en los últimos años la fresa ha emergido como el principal cultivo. Esta transformación de la agricultura local ha tenido impacto tanto en la economía como en los ecosistemas.

Alexander García García, candidato a Doctor en Agroecología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), adelanta una investigación para entender el papel de los insectos polinizadores en los cultivos de fresa de este territorio, bajo la tutoría de los profesores Helena Luisa Margarita Brochero y Álvaro Acevedo Osorio, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL.

“Una de las temáticas estudiadas en mi trabajo se centró en observar qué insectos llegan a los cultivos y cómo favorecen la polinización, lo que generaría frutos de mejor calidad”, señala el investigador García.

Un proceso agro-ecológico en acción

El investigador, oriundo de Sibaté, desarrolló su estudio en 9 fincas seleccionadas según su ubicación geográfica, en 3 zonas de producción del municipio, una de ellas cerca del páramo, considerando el impacto medioambiental que dichas zonas han venido presentando en la región.

Durante el proceso realizó observación directa de 6 horas, 2 días por finca, durante 7 meses, recorriendo los sistemas de cultivos, mirando a detalle qué insectos tocan las estructuras reproductivas de la flor, o sea los estambres y los pistilos. Esta produce néctar dentro de los nectarios, y cuanta más cantidad tenga son más atractivas para los insectos.

A través de succión ellos extraen el néctar, y al entrar en contacto con la flor, el polen se adhiere al cuerpo del insecto y este viaja de flor en flor, facilitando la polinización entre diferentes plantas, lo que permite el intercambio de información genética de la planta, dando como resultado un mejor fruto, que se refleja en mejor calidad, tamaño, sabor y color de la fresa. Como consecuencia, en poscosecha el fruto puede durar más tiempo y comercializarse a mejor precio.

Después de la observación se tomó una muestra de los insectos capturándolos en frascos de vidrio y bajando la temperatura con hielo seco para llevarlos al laboratorio. Ya en el estudio se analizaron a través del estereoscopio, se retiró el polen de su cuerpo, y a través de un microscopio se observó el polen para identificar si el insecto se había alimentado de la flor de la fresa o de otra planta, “Esta investigación es pionera en asociación de insectos polinizadores en sistemas de cultivo de fresa en un territorio”, comenta el investigador García.

Con este proceso se encontraron diferentes grupos de polinizadores de fresas, entre ellos moscas de la familia Syrphidae, y en menor proporción abejas melíferas y algunos abejorros, estos últimos también asociados con otros cultivos de Argentina, Chile y Brasil. Entre las moscas se destaca por sus repetidas visitas al cultivo la mosca abeja (Eristalis tenax), llamada así por su parecido con las abejas melíferas, Platycheirus punctulatum, 5 especies de moscas más pequeñas y 2 de abejas solitarias silvestres.

Durante el estudio se encontró la abeja del sudor, un género de la familia Halictidae, pequeña y de color verde metalizado, que a 2.800 metros de altitud sigue siendo clave en la polinización, llevando polen entre las flores de fresa.

Cuidar el bosque y el suelo para mejorar la producción

A pesar de la importancia de estos insectos para las plantaciones frutales, la expansión de los cultivos divididos en secciones o lotes ha generado deforestación que interrumpe la continuidad del bosque. Alrededor de estos cultivos la vegetación es escasa, con pocas plantas florales nativas, sin espacios adecuados para que tanto las abejas como los diferentes grupos de insectos polinizadores puedan encontrar zonas de alimentación y ubicación de nidos para establecerse en los cultivos. Además, los sistemas de cultivo de fresa requieren un alto uso de productos químicos, tanto para la fertilización como para el control de hongos y plagas, lo que afecta a los insectos polinizadores.

Identificar qué insectos participan en el proceso de polinización y su relación con los ecosistemas circundantes plantea la necesidad de conservar la biodiversidad transformando las prácticas agrícolas más amigables con el medioambiente, promoviendo una transición hacia la agro-ecología, lo que quiere decir cambiar los productos químicos por orgánicos.

El investigador García trabajó con algunos agricultores que están en proceso de transición hacia prácticas agro-ecológicas, utilizando productos orgánicos, manejando eficientemente el agua y respetando el suelo con abonos naturales. “Buscamos que estos sistemas de cultivo sean más sostenibles, fomentando una agrobiodiversidad que mejore no solo la producción, sino también el entorno en el que se cultiva la fresa”, comenta el investigador.

Proyección de los insectos polinizadores y las fresas

La investigación se basa en un diálogo de saberes entre la academia, el gobierno local, regional y los productores de fresa, lo que ha permitido abordar la importancia de reducir el uso de productos químicos en favor de un manejo agroecológico de los cultivos. La Alcaldía de Sibaté, junto con la Secretaría de Agricultura, Desarrollo y Ambiente, que ha apoyado la investigación, busca integrar estas prácticas en el mercado global para obtener certificaciones de calidad y sostenibilidad.

Los resultados de la investigación indican que la conectividad ecológica del paisaje impacta sobre la diversidad de los insectos polinizadores que pueden contribuir significativamente a la calidad del fruto de la fresa, lo que mejoraría la economía y sostenibilidad ambiental en el municipio. “Al mejorar la calidad de fruto, estamos mejorando también la calidad de vida y la salud de quien la consume”, menciona el investigador.

El cultivo de fresa se da principalmente en clima frío, por lo que Cundinamarca se ha convertido en unas de las regiones que más las produce. Sibaté es el municipio principal con una producción de 22.780 toneladas anuales, según Marca Cundinamarca. La relevancia de esta fruta en el municipio es tal, que cada año se realiza un festival en su honor. Este año se destacó además el interés de una empresa francesa en exportar las fresas de Sibaté hacia Europa.

Según el Ministerio de Agricultura, Colombia es el tercer país latinoamericano con mayor área sembrada en cultivos frutales, entre los que se resalta la fresa, cuyas exportaciones han crecido en el último año, al pasar de 6.000 toneladas en 2022 a más de 10.000 en 2023.

Mutación de semillas de fríjol tépari haría cultivos resistentes a las sequías por el cambio climático

* Por su resistencia a altas temperaturas y escasez de agua, el fríjol tépari sería el alimento del futuro. Foto Cortesía: Helmuth Ceballos, Unimedios Palmira.

Agricultura & Ganadería

(UN – Jueves 19 de septiembre de 2024).- Científicos evalúan en invernadero y condiciones de estrés –por calor y sequía– el cultivo de fríjol tépari, una leguminosa que por adaptarse a climas extremos forma parte de un proyecto de investigación que busca generar suficiente semilla para futuros ensayos en el Caribe colombiano, con los cuales planificarán su distribución a los agricultores afectados por las altas temperaturas y la escasez de agua.

La seguridad alimentaria mundial está amenazada por el agotamiento de los recursos hídricos y las temperaturas extremas, por lo que, ante estos efectos del calentamiento global, el fríjol tépari (Phaseolus acutifolius A. Gray), originario de los desiertos del suroeste de Estados Unidos y el norte de México, ofrece una alternativa prometedora para la agricultura en zonas áridas y semidesérticas.

Esta especie de fríjol tiene semillas pequeñas a medianas y sus colores incluyen blanco, café-amarillo y negro; además, no solo es resistente a la sequía, sino que también es más nutritivo que su pariente rojo: el fríjol común (P. vulgaris L.), ya que incluso contiene mayor cantidad de proteínas, que lo convierten en una opción considerable para la humanidad, y requiere pocos insumos, por eso es asequible para pequeños agricultores que no pueden permitirse el uso intensivo de maquinaria y productos agroquímicos.

El experimento es desarrollado en el invernadero de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira por un grupo de estudiantes de Ingeniería Agronómica liderado por la profesora Ligia Carmenza Muñoz Flórez, científica colombiana que se cuenta entre las pocas expertas que investigan esta especie de fríjol en el mundo, y quien ha trabajado de la mano con el botánico Daniel Debouck, especialista en fríjoles del Centro de Investigación en Agricultura Tropical (CIAT).

“El objetivo principal del proyecto es multiplicar las semillas de fríjol tépari bajo condiciones controladas, evaluar su rendimiento en ambientes de estrés hídrico y calórico, y por último seleccionar las mejores líneas para su cultivo a mayor escala en campo”, comenta la investigadora.

Aunque en la primera siembra adelantada en 2023 la producción de semillas no fue alta –ya que era la primera vez que se realizaba el experimento–, sí se obtuvo suficiente material para continuar con los ensayos de la segunda siembra, hoy en curso.

En el proceso de multiplicación las plantas se cultivan y las estudiantes las evalúan con frecuencia y luego se recolectan las semillas. Con cada ciclo de siembra ajustan las condiciones de cultivo para perfeccionar la producción y estudiar su comportamiento.

Mutaciones en el mejoramiento del fríjol tépari

En los estudios previos la profesora Muñoz observó que las variedades cultivadas tenían una diversidad genética baja, lo que limitaba su adaptabilidad a nuevas condiciones; por eso, entre 2011 y 2016 la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) en Viena (Austria) financió un proyecto de investigación del cual ella fue la directora científica.

Para lograr estas variaciones se implementó un proceso natural inducido, en el que las semillas se exponen a productos químicos que generan pequeñas alteraciones genéticas. “Estas variaciones no afectan la seguridad del cultivo ni su capacidad de cruzarse con otras plantas, lo que hace que este método sea aceptado en regiones como Europa, en donde los organismos genéticamente modificados (OGM) son rechazados. Este método de mutación es mucho menos controvertido que el uso de OGM, ya que no implica la inserción de genes foráneos”, explicó.

Así, el ensayo actual incluyó la siembra de semillas de un grupo de accesiones cultivadas y un grupo de líneas mutantes de frijol tépari. Las líneas mutantes se seleccionaron por su comportamiento favorable en ensayos realizados en el CIAT, bajo condiciones de estrés por calor y sequía.

Este proyecto ha dado frutos prometedores por el buen desarrollo y crecimiento de las plantas en condiciones extremas; el siguiente paso será evaluarlo en campo en zonas calientes del país como en la región Caribe, con el objetivo de establecer su viabilidad en un entorno real, para lo cual la científica está gestionando su financiamiento.

En dicha etapa analizarán el comportamiento de las plantas frente a plagas, enfermedades y condiciones ambientales, a fin de desarrollar un paquete tecnológico que se les pueda entregar a los agricultores. “Estamos muy avanzados, hay mucha estabilidad, pero necesitamos hacer un ensayo preliminar de evaluación para poder entregar la semilla”, señaló la científica.

Con la orientación continua de la profesora Muñoz, las estudiantes que participan en el proyecto se encargan de las labores diarias de riego, recolección de datos sobre germinación y crecimiento, y toma de muestras para análisis genéticos, actividades que les permiten adquirir experiencia en el manejo de cultivos y en la investigación aplicada. También se ha contado con el apoyo de los profesores Jaime Eduardo Muñoz y Carlos Germán Muñoz.

En países como México y Estados Unidos el fríjol tépari es consumido tradicionalmente por las comunidades rurales. “Además, la variedad blanca se podría utilizar en la industria alimentaria para la producción de fríjoles enlatados, como ocurre en otros mercados internacionales donde los consumen en el desayuno mezclado con salsas”, concluye la experta.