Las CAR anuncian inversiones millonarias en la biodiversidad durante la COP 16

* Las Corporaciones proyectan ejecutar más de 300 programas estratégicos, 756 proyectos y más de 4.000 metas con un presupuesto promedio anual estimado de 3,5 billones de pesos.

Agricultura & Ganadería

(CVC – Martes 29 de octubre de 2024).- Firmando lo que llamaron un “Manifiesto por la Vida: Compromiso con la biodiversdad desde los territorios”, los directores de las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible se  comprometieron a ejecutar inversiones por 3,5 billones de pesos al año en acciones de conservación de aquí al 2027.

“Muy importante porque todos los directores estamos comprometiéndonos con toda la comunidad, con toda la ciudadanía, con indicadores y metas concretas. Ahí (en el manifiesto) expresamos cuántas áreas protegidas vamos a extender, qué vamos a hacer en restauración, qué vamos a hacer en educación ambiental, cómo vamos a disminuir la deforestación, cómo vamos a apoyar a los municipios en los planes de ordenamiento territorial, es decir, compromisos concretos. Con o sin COP16 las corporaciones estamos comprometidas con proteger nuestra biodiversidad”, expresó Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la CVC.

“Aquí estamos hablando de seguir ampliando nuestras áreas protegidas, hasta llegar a 4.5 millones de hectáreas; tener más negocios verdes, llegar a más de 4.000; seguir ampliando la cultura de Pago por Servicios Ambientales entre otras: Lo que estamos mostrando al país con esto es que le ponemos el alma, el corazón, que las Corporaciones Autónomas Regionales del país están dispuestas y van a seguir aportándole a la conservación de los recursos naturales”,  dijo por su parte Yesid González Duque director ejecutivo Asocars.

Estas son algunas de las metas que hacen parte del compromiso:

•    Aumentar en 15% las áreas protegidas regionales a nivel nacional llegando a 4,5 millones de hectáreas bajo figuras de protección.

•    Contar con más de 800 figuras de conservación regionales que representan más de 230 mil nuevas hectáreas en conservación.

•    Invertir más de 6.500 millones de pesos anuales en fauna y biodiversidad.

•    Contar con más de 2.000 cámaras trampa que registrarán más de 10.000 imágenes para monitoreo, protección e investigación de fauna silvestre.

•    Declarar más de 60.000 nuevas hectáreas de ecosistemas en restauración, rehabilitación y recuperación.

•    Plantar 60 millones de árboles.

•    Fortalecer la red de más de 200 viveros que producirán más de 100 millones de árboles.

•    Contar con más de 700 empresas forestales con el reconocimiento a la legalidad en la procedencia de su producción forestal, sumado a técnicas de agroforestería comunitaria.

•    Lograr más de 15 millones de hectáreas en ordenación forestal, cerca del 25% del territorio forestal de Colombia.

•    Tener más de 130 cuencas hidrográficas con Planes de Ordenación que representarán más de 30 millones de hectáreas en procesos de ordenación y manejo de cuencas.

•    Desarrollar más de 10 acuerdos de cooperación internacional y local para la gestión de información en línea con el acuerdo de Escazú.

•    Implementar redes de monitoreo de aguas subterráneas en unidades acuíferas de interés.

•    Formular Planes de manejo Ambiental de Acuíferos y construir modelos hidrogeológicos conceptuales (MHC) de los acuíferos priorizados para como herramienta de gestión de los recursos hídricos y prevención ante la escasez.

•    Ejecutar acciones para el seguimiento anual de más de 800 Planes de Saneamiento y Manejo de Vertimientos PSMV.

•    Beneficiar más de 50.000 familias con la protección de más de 400.000 hectáreas bajo esquemas de Pago por servicios Ambientales.

•    Más de 4.000 negocios verdes apoyados por las Corporaciones

•    Proteger más de 250 guarderías de coral.

•    Formular los planes de manejo de los Distritos Regionales de Manejo Integrado – DRMI y de áreas protegidas marino costeras.

•    Contar con medidas de prevención, control y manejo formulado para más de 15 especies invasoras de fauna marina priorizadas, así como la protección de especies como las tortugas marinas, cangrejo negro, pez loro, y caracol pala, entre otros, vitales para los ecosistemas marino – costeros.

•    Invertir más de 23.600 millones de pesos en mitigar la contaminación marino costera. 

•    Continuar con el establecimiento de redes de monitoreo de calidad de aguas marinas y perfiles de línea de costas como aporte a la construcción de línea base de conocimiento costero en el país.

•    Asesorar más de 800 municipios en planificación y ejecución de cambio climático en los instrumentos de planificación territorial.

•    Continuar el apoyo a la certificación de empresas en carbono neutralidad, superando la meta de evitar la emisión de más de 10 millones de Toneladas de Dióxido de Carbono equivalente.

•    Desarrollar proyectos de energía renovable: solar, eólica, biomasa y geotermia.

•    Fortalecer la articulación interinstitucional de la Comisión Nacional de Educación Ambiental (CNEA) y las siete Comisiones regionales de educación ambiental (CREA) en el territorio, así mismo contaremos con grupos de investigación de las CAR, y el fortalecimiento de capacidades en la formación de formadores

•    Invertir más de $100.000 millones en educación ambiental en pro de la participación ciudadana, y la participación de 1 millón de jóvenes en el proceso, apoyando cerca de 1800 Proyectos Ambientales Escolares.

Cambio climático está impactando en la germinación de malezas en Colombia

* Cirsium vulgare, es considerada una maleza nociva en cultivos y pastizales, ya que compite con las plantas deseables por agua y nutrientes. Foto Cortesía: Bouilland Stephane – AFP

Agricultura & Ganadería

(UN – Martes 15 de octubre de 2024).- El análisis a bajas y altas temperaturas de semillas de cardo negro (Cirsium vulgare), planta autóctona de Europa, Asia y África pero considerada como una maleza común y agresiva en países como Argentina, México y Colombia, mostró que esta tiene una gran capacidad para brotar en condiciones extremas de temperatura, con un rango muy amplio –entre 4 y 35 °C–, un hallazgo crucial para los agricultores pues les permite anticiparse y diseñar estrategias para proteger los cultivos.

El ingeniero agrónomo Cristian Camilo Grajales Forero, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, explica que “la maleza no es un tipo de organismo sino un comportamiento, es decir que depende de dónde se dé y en qué condiciones para ser considerada como tal”.

Por ejemplo, en Europa el cardo negroes una planta autóctona, o sea que no es perjudicial allá, pero en Colombia, si nace cerca a los cultivos no los deja crecer porque compite con las plantas nativas por los nutrientes del suelo y el agua, lo que hace que se reproduzca de manera rápida y acelerada; “por eso es una maleza que puede afectar la productividad de los cultivos hasta en un 50 %, trayendo consigo pérdidas económicas para los agricultores”, agrega el investigador.

Teniendo en cuenta esta situación, el ingeniero agrónomo ha centrado su experiencia en identificar, controlar y gestionar malezas en sistemas agrícolas. Su investigación surgió a partir de la observación de la aparición estacional de ciertas malezas, por lo cual se dio a la tarea de indagar sobre cómo las variaciones ambientales influyen en el comportamiento de estas plantas, trabajo que realizó con semillas de malezas comunes como C. vulgare y Epilobium montanum traídas del Centro Agropecuario Marengo de la UNAL.

El análisis de los momentos de brote o germinación se midió a temperaturas de 5, 10, 15, 20, 25, 30 °C y la temperatura ambiente, que al momento de hacer la investigación promedió los 18 °C.

Para simular las temperaturas altas utilizó una incubadora de germinación, y para las bajas una nevera. En ambos entornos incorporó una lámpara para proporcionar luz. Las semillas se pusieron en vasos de agua con algodón y su germinación se monitoreó diariamente durante un mes.

La investigación concluyó que mientras C. vulgare puede germinar en condiciones extremas, a temperaturas mínimas de 4 °C y máximas de 35 °C, E. montanum mostró limitaciones; de hecho, germina en un rango de entre 10 y 30 °C.

El ingeniero agrónomo afirma que “este hallazgo es crucial para los agricultores, ya que les permite anticipar a qué temperaturas germinarán las malezas, lo que les brinda herramientas para prevenir su aparición y proteger los cultivos”.

Así, el estudio realiza un valioso aporte desde la ciencia al agro colombiano, pues identificar las condiciones climáticas óptimas para la producción de estas malezas permitirá anticipar las tomas preventivas en los cultivos, contribuyendo a la seguridad y la sostenibilidad ambiental.

Los hallazgos de esta investigación se presentaron durante el II Congreso Internacional de Variabilidad y Cambio Climático, organizado por las Facultades de Ciencias y Ciencias Agrarias de la UNAL Sede Bogotá.

Asocolflores fue galardonada por su compromiso con la biodiversidad

* Los premios, organizados por la Cámara de Comercio Colombo  Británica (BRITCHAM), con el apoyo de la Embajada Británica en Colombia, la Universidad EAN, entregaron el primer puesto a los floricultores en la categoría “Acción por la biodiversidad en grandes empresas”.

* Estos premios identifican y reconocen aquellos programas y modelos más eficientes y socialmente responsables de sostenibilidad empresarial que se encuentran en ejecución en Colombia.

* Gracias al proyecto “Uso eficiente del agua del sector floricultor colombiano y su impacto en la conservación de la biodiversidad”, los floricultores resultaron ganadores.

* En menos de un año, este es el tercer premio que recibe Asocolflores por su trabajo frente a la sostenibilidad desde las dimensiones económica, social y ambiental.

Agricultura & Ganadería

(Asocolflores – Martes 8 de octubre de 2024).- “Para la floricultura colombiana, recibir este prestigioso reconocimiento es el resultado de más de cinco décadas de trabajo comprometidos con la conservación y defensa de los ecosistemas naturales y todas sus formas de vida. Pensar que en menos de un año este es el tercer premio que recibe Asocolflores por su trabajo frente a la sostenibilidad, demuestra que es posible tener negocios rentables y sostenibles. Gracias a Britcham, a la Embajada Británica en Colombiay a la Universidad EAN por reconocer nuestros esfuerzos”, aseguró Augusto Solano, presidente de Asocolflores.

El premio fue recibido a escasos días de que Asocolflores, en el marco de la COP16, participe en el Congreso del Sector Empresarial y Productivo de Colombia y en las actividades que adelantará el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) por sus siglas en inglés.

“Sin duda recibir el premio Britcham nos motiva, aún más, a compartir con el mundo durante la próxima COP16 nuestras experiencias exitosas frente a la conservación de la biodiversidad y seguir trabajando en este sentido con nuestros empresarios. La rigurosidad de la Cámara de Comercio Colombo Británica frente a este tema respaldan nuestro compromiso y acciones frente a la comunidad internacional”, aseguró Daniela España, directora de sostenibilidad y asuntos ambientales de Asocolflores.

Entre los principales aspectos tenidos en cuenta por los organizadores para entregar a Asocolflores el primer puesto por su proyecto “Uso eficiente del agua del sector floricultor colombiano y su impacto en la conservación de la biodiversidad”, se encuentran:

* Un robusto “Sistema de Indicadores de la Floricultura”, con más de 1.5 millones de datos y 30 indicadores socioambientales, construido a lo largo de más de 25 años.

* Respaldo de la certificación Florverde Sustainable Flowers como un pilar fundamental para el éxito del proyecto, garantizando que las fincas floricultoras cumplan con los más altos estándares internacionales de sostenibilidad.

* Creación de bancos de propagación de especies nativas, un esfuerzo clave para la reforestación y el mejoramiento de áreas estratégicas para la conservación del agua. Estas iniciativas permiten restaurar ecosistemas degradados, aumentar la biodiversidad local y proteger cuencas hídricas esenciales para el ciclo del agua.

“En un contexto global de crisis climática, ayudar a mitigar la pérdida de biodiversidad y proteger los ecosistemas, y muy especialmente el agua, es crucial. Iniciativas como los Premios “Britcham Lazos a La Sostenibilidad” son una poderosa herramienta que recuerda al empresariado su obligación de profundizar en el conocimiento y la cuantificación de los factores de impacto, riesgos y oportunidades sostenibles”, puntualizó Solano.

Colombia, un jardín deforestado: impacto del modelo de desarrollo en la biodiversidad

* En Colombia al menos el 48% de los sistemas biológicos están amenazados. Foto Cortesía: Freddy Gómez @neotropicall (minambiente.gov).

Agricultura & Ganadería

(UN – Miércoles 11 de septiembre de 2024).- En Colombia al menos el 48% de los sistemas biológicos se encuentran bajo amenaza. Actividades orientadas a la explotación de recursos naturales y la maximización de la producción agrícola y ganadera, además del consumismo, apartan al ser humano de un pensamiento ambiental que trabaje de manera integral en la construcción de proyectos de desarrollo sostenible en la nación; así lo consideran diferentes expertos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

En el especial La UNAL en la COP16, programa de Radio UNAL, expertos de la Sede Manizales plantearon que el actual modelo de desarrollo, pensado en satisfacer los intereses humanos, configura uno de los principales riesgos para los ecosistemas en el contexto del cambio climático, porque carece de una conciencia ambiental que reconozca el patrimonio de la biodiversidad.

Patricia Noguera, docente de la Facultad de Ciencias de la UNAL e investigadora del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA), señala que “el modelo de desarrollo es el principal riesgo para los ecosistemas. La ciencia del capitalismo es la devaluación y la explotación, no es el cuidado, […] por eso debemos trabajar en la construcción de proyectos orientados en el pensamiento ambiental con transformaciones profundas en el sentido de la cultura del cuidado”.

La fragmentación de los ecosistemas por cuenta del desarrollo se evidencia por ejemplo en los guadales, que de las más de 12 millones de hectáreas solo queda el 4%; también en los bosques de niebla, que de 9,7 millones de hectáreas se han reducido a 1,18 millones de hectáreas, según el Instituto Humboldt; y de los 9 millones de hectáreas de bosque seco, solo queda el 8%.

“Todo eso se expresa en 150.000 toneladas de sedimentos que cada año llegan al mar por el río Magdalena, blanqueando el 80 % de los corales entre Cartagena y Barranquilla. Por eso los pescadores ya no pueden vivir del río, porque la pesca ha bajado de 80.000 toneladas anuales a solo 7.000, y en el canal del Dique de 30.000 a solo 3.000”.

“En Colombia solo pensamos en territorios pero no en acuatorios, y como no existen regulaciones hídricas y pluviométricas, también tenemos afectaciones en el paisaje cultural cafetero y las ecorregiones del país”, señala el profesor Gonzalo Duque, director del Museo Samoga.

Señala además que “el Eje Cafetero es un jardín deforestado: los suelos aptos para bosques son el 54% y no tenemos sino la quinta parte, y los suelos aptos para potreros son el 5%, pero tenemos el 49% en potreros. Es decir, no hay una cobertura compatible con los desafíos del cambio climático”.

Esta situación conlleva un complejo panorama futuro. Según el académico, para el 2050 se habrá perdido la aptitud en el 50% de los suelos cafeteros colombianos. Quindío será el departamento más afectado en un escenario de cambio climático con incremento de lluvias y temperatura, que genera mayor humedad relativa y enfermedades fitosanitarias.

La histórica cifra de reducción del 36% de la deforestación en Colombia en 2023 permitió que la Unión Europea le entregara 47.000 millones de pesos al país para apoyar la lucha contras las múltiples amenazas a los ecosistemas terrestres. Sin embargo, la académica Noguera señala que el país no puede seguir pensando que hay ecosistemas más importantes que otros.

Pacto de País por el Río Grande de la Magdalena

Como parte de las diversas actividades planteadas por los investigadores de la UNAL frente a la protección de los cuerpos de agua, el académico Fabio Rincón, docente de la Cátedra Unesco, aseguró que durante los últimos 3 años ha estado trabajando con diversas instituciones y entidades en dicho pacto.

Como primera acción de este acuerdo, los expertos han construido un repositorio bibliográfico de los textos en los que el río Magdalena es protagonista, lo mismo que un recuento de las investigaciones y acciones realizadas en este afluente de más de 1.528 km de extensión. Con estas herramientas, los expertos crearon la estrategia “Haz tu tesis en el río Magdalena” para que los estudiantes se interesen en este cuerpo de agua.

El Pacto de País por el Río Grande de la Magdalena contempla realizar seminarios para acompañar a los interesados a conocer más sobre la importancia del río, y porqué es necesario conseguir que sea declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como itinerario cultural.

El próximo encuentro con los académicos se realizará en noviembre en Honda (Tolima), y toda la comunidad está llamada a participar y entender la importancia de este cuerpo de agua y de los ecosistemas en el país.

Insectos, las grandes víctimas del calentamiento global

* La prestación de servicios ecosistémicos por parte de los insectos aporta a la estabilización de la soberanía alimentaria. Foto Cortesía: Unimedios.

Agricultura & Ganadería

(UN – Jueves 29 de agosto de 2024).- “La pérdida de especies en el mundo sigue siendo acelerada, por lo que muchos insectos, plantas y microorganismos desaparecerán sin que el planeta los haya conocido”. Eso advierten expertos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en el Especial “La UNAL en la COP16” respecto a los efectos irreversibles del cambio climático.

Gracias a sus funciones en los procesos de polinización, control de plagas y descomposición, los insectos son vitales para la estabilidad y el funcionamiento de los ecosistemas. Sin embargo, se calcula que estas especies están desapareciendo a una velocidad 8 veces mayor que la de los mamíferos, aves y reptiles.

Para Sandra Uribe, docente de la Facultad de Ciencias y la Escuela de Biociencias de la UNAL, “el hombre ha visto a los insectos como agentes transmisores de enfermedades, que traen gérmenes, pero la realidad es que los bichos cumplen un papel fundamental en el bienestar de los humanos”.

“Los insectos son los polinizadores más importantes para vegetales y frutas, por eso contribuyen a la seguridad alimentaria y juegan un rol fundamental en la provisión, disponibilidad y calidad de los alimentos”.

Además, son descomponedores de materia orgánica, lo que contribuye a múltiples procesos naturales para garantizar la calidad del suelo, el agua y el aire; son en sí mismos una fuente de alimentos para otros organismos, y gracias a su papel en la fermentación permiten obtener una proteína de calidad usada hoy para alimentar aves, cerdos e incluso bovinos.

Técnicamente los beneficios que obtiene la humanidad de las funciones de la biodiversidad se conocen como servicios ecosistémicos, que en el caso de los insectos no son tan reconocidos, precisamente por el desconocimiento de estos seres.

Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señala que una de cada tres personas en el mundo consume insectos en su dieta, por lo que su existencia tiene un complejo vínculo con la vida en el planeta.

Sin embargo, actividades humanas como el uso de pesticidas en la producción agrícola, que se suman a los efectos del cambio climático, ponen en peligro a un gran número de especies. Los artrópodos –al igual que diversos microorganismos, vegetales y animales– requieren atención inmediata para preservar la integralidad de los ecosistemas.

Al respecto, la docente Liliana Hoyos, del área de Sanidad Vegetal de la UNAL, puntualizó en el Especial de Radio UNAL que “existe una tríada entre las especies que requiere la armonización de los espacios que cada una habita. Nosotros somos uno, porque somos interdependientes de las cadenas tróficas, en las que sin insectos no hay polinización, y sin microorganismos no hay vida”.

Otra situación por la que atraviesan estas especies y que requiere amplia atención y cambios en los sistemas de producción agrícola es el uso de pesticidas, que junto con los efectos del cambio climático siguen poniendo en peligro todas las formas de vida.

En este sentido se tienen experiencias como los sistemas agro-ecológicos, sobre los cuales la profesora Uribe explica: “inicialmente se partía del hecho de que teníamos que producir muchos alimentos –a medida que la población crecía – y hoy entendemos que el asunto en la naturaleza, en los ecosistemas y en los agro-ecosistemas no es tanto de competencia sino más bien de convivencia, redes, trabajo armonioso”.

Ante esta situación, los académicos aseguran que con voluntad política, y transformación social y cultural es posible lograr una armonización entre ecosistemas y así reducir el impacto de este fenómeno medioambiental.

El peligro que afronta el planeta a causa del fenómeno del cambio climático demanda atención desde todos los frentes, ya que los esfuerzos que se están haciendo para preservar la biodiversidad no son suficientes.

José Fernando Jiménez, director del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la UNAL Sede Medellín, indica: “el mayor riesgo frente a esta situación es que no necesitamos solo una adaptación pasiva a este fenómeno, necesitamos voluntad política que no se tiene, desarrollar mecanismos de educación, trabajo social y comunicación para llevar acabo la convivencia armoniosa”.

En el marco de la preparación del evento de la COP16 que se realizará en Cali, el Gobierno de Colombia anunció que se destinarán más de 930.000 millones de pesos a la protección de la Amazonia, La Mojana y La Guajira, además de otras acciones que seguirán buscando preservar la biodiversidad en el país.