9 de mayo de 2024

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Exportaciones del sector agropecuario no pasan por buen momento

* Las exportaciones colombianas de ganado han bajado este año y podrían cerrar el año con esa tendencia por cuanto otros países como Brasil y Uruguay ofrecen precios internacionales más bajos, indica un informe reciente de Bancolombia.

Agricultura & Ganadería

(CONtextoganadero – Sábado 21 de octubre de 2023).- Las exportaciones ganaderas podrían mantener una tendencia a la baja este año. Hasta junio, el volumen de exportación ha caído 28%, con una baja del 34% en ganado en pie y del 3% en carne de res, señala un informe de Bancolombia.

Esta disminución está relacionada con la menor demanda global y la pérdida de competitividad del precio del ganado gordo colombiano, explica la entidad. Con el fortalecimiento del peso, el precio interno del ganado en pie se ubicó en julio y agosto por encima de los precios de Uruguay y Brasil.

Sumado a esto, señala, el principal exportador de carne de res en el país anunció la suspensión de compras de ganado desde el 15 de agosto, aunque ya las reanudó. Con una demanda a la baja, es probable que el precio interno del ganado en pie comience a reducirse a partir de septiembre, indica.

Así mismo, sostiene que la disminución en la demanda local de carne de res empieza a estabilizar los precios de las proteínas. Los aumentos en el precio de la carne de res, que llevó a sustituirla por mayores compras de cerdo y pollo, impulsaron el crecimiento del mercado de proteína el año pasado.

Comportamiento de la demanda de carne de res

Sin embargo, en 2023, la demanda de carne de res ha comenzado a retroceder, lo que ha estabilizado los precios del ganado gordo, y parece reducir esa tendencia de sustitución. A junio de 2023, tanto los precios como la producción de cerdo y pollo se han desacelerado.

Con la realidad económica actual, independiente de qué pase con la polémica reapertura de mataderos municipales, es de esperarse un 2023 y 2024 de menor crecimiento en el mercado de las carnes.

Perspectivas para la cadena láctea

En esta cadena las dificultades afloran ahora para el industrial. Este año podría resultar desafiante para la industria en términos de ventas en volumen, debido a una disminución en el consumo, por cuenta de los altos precios al consumidor.

Dicha predicción se ha venido materializando, con unas ventas de productos lácteos acumuladas que hasta junio, según el DANE, caen 7% en términos reales. Esta situación podría estar apretando los márgenes de las procesadoras de leche, que al mismo tiempo, mientras disminuían los volúmenes de ventas, veían crecer un 15% el precio promedio, acumulado a junio, de la leche cruda pagada al productor.

Golpe a exportaciones agrícolas

Respecto a algunos de los rubros agrícolas de exportación, Bancolombia señala que la baja demanda global en 2023 sigue golpeando las exportaciones de los productos agroexportables. En el primer trimestre la mayoría de los cultivos de exportación no tradicionales experimentaban una reducción en sus exportaciones, con excepción del limón Tahití y la uchuva. Aunque su volumen exportado se mantiene al alza a junio, la demanda ha impactado negativamente los precios y, por tanto, a las exportaciones en dólares. “Debemos esperar a 2024 para vislumbrar una posible recuperación de la dinámica de estos mercados”.

De igual manera, la desaceleración económica comienza a pasar factura a las exportaciones de flores dependientes en un 90% del mercado estadounidense y que a mayo habían caído 8%. De manera comparativa, Ecuador presenta una perspectiva más positiva: aunque sus exportaciones a EE. UU. también disminuyen, una mayor diversificación en destinos le ha permitido crecer un 2% en valor exportado total a junio de este año.

Por su parte, el café muestra que, a junio, la producción registró una caída del 7,5%; abril y mayo fueron los meses de mayor caída (-25% y -21%). Con la finalización de La Niña, este sector debería ver una recuperación en la cosecha principal en el segundo semestre y durante 2024. En cuanto a precios, han retrocedido significativamente, con una carga que, a la fecha del informe, ronda los $1,3 millones, cuando un año atrás estaba alrededor de $2,3 millones. Esta caída en las cotizaciones se explica por un menor precio internacional, la revaluación del peso y una prima del café colombiano que de enero a julio cayó alrededor de 0,6 a 0,4 dólares la libra. Así las cosas, en adelante va ser necesaria una recuperación en productividad para compensar la pérdida de rentabilidad vía precios.

En el caso del aceite de palma, otro de los productos destacados, el informe señala que mientras el precio internacional este año ha estado un 40% por debajo de 2022 (promedio acumulado a junio), el precio local ha retrocedido más o menos la mitad, y se mantiene en un nivel de casi el doble del precio promedio en 2019. Con una producción de aceite de palma en Colombia que acumula un aumento del 4,7%, el cierre de este año será seguramente muy bueno para el sector.

Para 2024 existen dos retos: el comportamiento revaluacionista de la tasa de cambio y un fenómeno de El Niño que posiblemente pase factura en productividad. La buena noticia es que por efecto de El Niño, la restricción en aceite de girasol (conflicto ucraniano) y el mayor uso de aceite de soya para biocombustibles a nivel global, el espacio para correcciones a la baja en 2024 en precios internacionales es muy bajo, o posiblemente inexistente.

Para 2023, la proyección del PIB para el agro colombiano, por parte de Bancolombia, se mantiene en 0,3%, lo cual implica que el café debe repuntar en productividad, con un mejor clima para la cosecha principal en el segundo semestre. Esto contrarrestaría varios riesgos bajistas: un menor consumo de los hogares, la menor dinámica de los restaurantes, el menor ritmo económico en los mercados de exportación, el cierre temporal de las operaciones del principal exportador de carne de res y el posible impacto de El Niño en los cereales, las frutas y las hortalizas.

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